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Mientras tanto me sigo preguntando ¿Se fue contento y/o satisfecho el hincha de River después de la paupérrima actuación del equipo anoche?. Yo creo que si. No por el juego que desplegó el quipo de Passarella, sino por que sin sobrarle absolutamente nada obtuvo su pasaporte a las semifinales de la Copa Sudamericana, un torneo de medio pelo pero que no deja de ser importante a nivel continental, y más, para un equipo que hace 10 años no logra un título internacional; y que para desgracia su ultra archirival no paró de ganar Libertadores y Copas Intercontinentales durante ese es período. Por eso, simplemente por eso creo que es algo positivo. Si bien el hincha de River siempre se jactó y se jacta por tener paladar negro, de no conformarse con el sólo hecho de ganar, sino que hay que ganar y jugar bien, el refrán “cuando hay hambre no hay pan duro” sintetiza todo. Luego de sequías y continuos fracasos deportivos, esta angustiosa, triste y pobre clasificación a semifinales debería dejar conforme al hincha riverplatense.
Ahora, este párrafo se lo quiero dedicar a Daniel Alberto Passarella y sus decisiones absurdas y extrañas por llamarlas de alguna manera, que sigue insistiendo con jugadores que no pueden jugar en la Primera de River, que no son del nivel de River, o por lo menos en este momento no merecen vestir la gloriosa banda roja en el pecho.
El caso más puntual es el de Matías Abelairas. Este volante izquierdo, que pintaba para crack, luego de sus muy buenos rendimientos en la Reserva y que pedía a gritos tener una chance de jugar en la Primera y que no se la daban (recordemos las picantes declaraciones de Abelairas luego de la salida un tanto polémica de Reinaldo Merlo de la conducción técnica de River allá por el verano del 2006, acusándolo a Mostaza de no darle posibilidades a los pibes de las inferiores). "Ahora, creo, tendremos más chances algunos pibes que quedamos marginados".
Ahora el Kaiser le está dando esa chance –ya que cuando uno de los volante externos no puede jugar, la primera opción de reemplazo es el Pitu - y no las sabe aprovechar, no responde de la manera en la que debiera hacerlo, disputa una pelota como si estuviese jugando con el sobrinito de 5 años en el patio de su casa, no tira un centro como corresponde y además, por momentos pareciera que no le corre sangre por las venas. Creo que estos son motivos más que suficientes como para que descanse algunos partidos y que vuelva a demostrar sus condiciones en la Reserva y luego si la rompe, ver que se hace. Porque si continúa así, va a terminar como el trotamundos Diego Barrado, que no sabe dónde más poder fracasar.
Volviendo al partido de anoche, hay que recalcar la entrega, el sacrificio y el amor propio de los jugadores de Defensor Sporting que desde el minuto inicial fueron a buscar el resultado creándole varias situaciones claras, y quiero resaltar que fueron claras las oportunidades de gol que tuvieron los dirigidos por Jorge da Silva, no fueron simples centros o disparos de media y larga distancia, a tal punto que transformaron a Juan Pablo Carrizo –a mi criterio- en la figura del partido, tapando varios mano a mano.
La sensación que tenía viendo el partido era que el local, el que tenía a 50 mil personas alentando a su favor y el equipo grande, por calificarlo y distinguirlo de alguna manera, eran los uruguayos y no los argentinos. River parecía que estaba jugando frente al Real Madrid en el Santiago Bernabeu y que debía conformarse con el cero a cero. Las únicas situaciones de gol que generaron los de Núñez fueron con pelotazos para las corridas de Mauro Rosales y una proyección con posterior remate de Paulo Ferrari por el andarivel derecho que despejó el arquero Silva.
Ahora el rival para la próxima instancia va a ser Arsenal de Sarandi que siempre le complicó la vida a River, a tal punto que una vez lo eliminó en primera fase de la Copa Sudamericana y que en el ámbito local también le ganó en varias oportunidades.
Esperemos que esta vez no subestimen al rival por ser inferior y jueguen a la altura de las circunstancias y que recuerden que llevan puesta la camiseta de River, el más grande LEJOS!!!
Por Matias Quartino
1 comentario:
Pobre Barrado, a mi me gusta como juega. Creo que fuiste demasiado duro con abelairas, que no pincha ni corta en este equipo. El problema es Passarella y los jugadores que vienen jugando hace tiempo y no ganan nada. Gente con mas experiencia y que tiene q dar la cara en estos momentos
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